lunes, 31 de diciembre de 2012

DeLoyd (1): Nuevos pasos


Sobre una colina de espaldas escarpadas al mar, observan como el pedazo de tierra escogido se estrella contra un bosque frondoso; sólo un estrecho camino sirve de cordón umbilical con el exterior.
Un elegante traje de lino blanco, bastón de talla con empuñadura de plata y sombrero de paja, se mantiene erguido analizando las posibilidades; mientras un pequeño par de zapatos izquierdos raídos, lanza continuamente miradas en busca de aprobación.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Cambios


Peldaños de madera recorren la pared desconchada hasta el corte parduzco de teja antigua. Arriba, observando el cielo vacío, Lanturo juguetea con unas pocas monedas mientras recuerda, tiempo atrás, los años pasados en Sorga. Las tardes de jugo de naranja, nieve, chocolate y canela. Los paseos por los muelles junto a Dría, la nodriza, comprando enseres traídos de los confines del mundo. Y aquella cantidad de dinero que parecía no acabarse nunca; cuando el problema no era tener, sino esperar.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Gigante


Una sala enorme... atestada de sillones serios... atlas tapizados soportando inmensos culos señoriales. Rostros grotescos... miradas fijas en un mismo rumbo... sonrisas rotas de mezquina superioridad. Sólo uno parece perdido. Camina tembloroso a través del estrado y se agarra al atril. Los puños, blancos de la presión, apenas notan el frío del metal. Intenta levantar la vista pero una terrible tenaza aprieta su cuello, pinzando las vértebras y ejerciendo la fuerza necesaria para obligarle a consentir de nuevo.

lunes, 10 de diciembre de 2012

El guardián


Llevaba una semana con el alma torcida, incrustada en el cuerpo, añorando mandar. Cansado en el fondo del paso correcto, jodidamente mundano. Deambulaba de noche, haciendo paradas a tragos oscuros, mientras de día seguía el ritmo adecuado; cadencia intachable de un ciudadano más. Fue fácil seguir el nuevo rumbo de noches insólitas y figuras forzadas estallando libremente. Cuando rebasas la falta de sueño llega el momento de sentarse con calma y tomar un café.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Cosas de críos


Todo empezó cuando, trasteando fotos viejas, le presentamos a Ángela el cerezo que sus abuelos plantaron al nacer mi esposa. Como era de esperar, la pequeña quería su propio árbol. Decidimos enseñarle los distintos tipos de árboles y darle un par de semanas para que escogiera su compañero de viaje. Cuatro días después, vino con una de esas sonrisas que salen al descubrir la llave del mundo, nos dijo que había encontrado su árbol, extendió la mano y mostró una pequeña perlita de plástico.